11.1.09

Sin saber de dónde sacar las fuerzas, Elle aumentó la longitud de sus zancadas, aceleró el ritmo con el que su corazón bombeaba la sangre y se dejó llevar por el pánico.

Sus pulmones se hincharon al máximo con una capacidad sobrehumana, hasta el punto de que la chica se sintió más ligera. Incluso, pasó por alto el sudor que corría a gotas perladas por su cuerpo... en una carrera a vida o muerte.


Su vida pendía de un hilo, y Elleryn era consciente de ello.

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